Al final vemos
(ya lo predijo algún mago
en los albores del tiempo)
cómo en este espacio
en que vivimos,
tan sólo basta la espera
para poder contar con pocos dedos
aquella suerte de tener a alguien
en quien confiar.
Sé que son como esas hojas
al final verdecidas
con tanto trabajo
y que destacan
entre las arenas baldías
de este inhóspito desierto
en que caminamos,
a veces tropezando,
otras veces
con ese pie firme que quizás
sólo den los años.
A pesar de todo aún existen parajes
donde se pueden pronunciar
palabras reposadas,
aliñadas con el vino que ha nombrado tantas horas,
o simplemente,
el asiento donde descansar del duro viaje,
desde donde pueda decir:
AMIGO.
Que grande eres Jorge!!!
ResponderEliminarPrecioso y muy cierto, el último verso..., que te digo??? :-D
Es difícil encontrar a ese "AMIGO" y sin embargo procunciamos tantas veces "su nombre en vano", verdad???
Siempre lo he dicho y lo mantengo, cuando un silencio no es incómodo, esa persona que permite que así sea, ya forma parte de ti.
Un beso grandeeeeeeeeeee y sigue sembrando en este terreno fértil tus mejores cosechas, yo por mi parte, iré saboreando sus frutos.
Gracias, siempre
Muchísimas gracias Patricia :-) ¡¡Un beso!!
ResponderEliminarPreciosos versos, jamás podría nadie describir de una manera tan delicada, sutil y hermosa el significado de una palabra tan grande y necesaria como es "la amistad"
ResponderEliminarMe ha encantado tu blog, prometo volver!
Un beso
Clarita, muchas gracias por tus palabras. Bienvenida a este espacio.
ResponderEliminar¡Un beso!