de una foto antigua
que guardo entre los pliegues
de la memoria.
Tomé esa imagen prestada
hace lustros o quizá siglos,
con la perfecta luz de la noche
como único testigo.
El cielo supo ver que a la ciudad
le bastaba con un poco de lluvia
para convertirse en el perfecto paisaje
que anhelaba mi pecho.
Ansiaba ver tus pasos
embelleciendo la memoria
de avenidas sin sueño ni cobijo,
como un libro escapando de las llamas,
como ese eterno segundo bailando en el aguacero,
convirtiendo en milagro
nuestro sol de cada día.
"convirtiendo en milagro nuestro sol de cada día"
ResponderEliminarGracias
Qué bonito Jorge!! me gusta mucho. Besos!!!
ResponderEliminarPreciosa Jorge, ideal para terminar este largo día.
ResponderEliminarAntonio
Precioso!!!...
ResponderEliminarconvirtiendo en milagro
nuestro sol de cada día.
Gracias por vuestros comentarios. ¡Un abrazo a todos!
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