Todo parece dormido.
La sonrisa gris del cielo
me recibe en su regazo
para darme el reposo necesario
tras mi largo caminar.
Arribé a tantos puertos
que ya no recuerdo
cuando naufragué por vez primera.
Ahora la noche está en calma...
ahora nada me impide recolectar estrellas
y a modo de ofrenda,
como en un ritual antiguo,
hacerlas florecer sobre la tierra,
sobre la estera del tiempo
que me resguardó tantas veces
del frío despertar.
Yo no busqué el ruido eterno
que me hizo enmudecer
bajo la atenta mirada de las horas.
Ahora elijo nacer
en la voz que vuela tras la aurora.
Precioso, "ahora nada me impide recolectar estrellas y a modo de ofrenda, como en un ritual antiguo, hacerlas florecer sobre la tierra".
ResponderEliminarLeerte hoy es una bonita manera de celebrar el Día de la Poesía :-) ¡¡Maravilloso, Jorge!!
ResponderEliminarGenial. ¿Para cuándo un nuevo disco o un libro de poemas y canciones?
ResponderEliminarUn abrazo
Mª Dolores
Gracias por vuestros comentarios. ¡Un abrazo!
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